Cada vez nos queda menos para empezar el cole, y tenemos que empezar con una sonrisa en la cara. El cole es el lugar al que no sólo vamos a aprender, sino a socializar y a ser felices con nuestros compañeros y profesores.
Quiero dar una serie de tips para aplicar en el aula y convertirlo en un lugar al que todos querrán ir y donde se encontrarán a gusto.
Entra sonriendo: ya sabemos lo importante que es el lenguaje no verbal. Entrar con una sonrisa, contagiarla a nuestros alumnos y que nos la devuelvan, conectando de esta manera con ellos hasta el final de la clase.
Cuenta una anécdota: no hay mejor forma de conectar con un alumno que contando una anécdota. Las anécdotas, como las historias, tienen un enorme poder de seducción para los alumnos. Son una excelente forma de captar la atención, de disminuir conductas disruptivas, de encandilar a tus alumnos. Se puede y se debe enseñar contando historias, contando anécdotas.
Finaliza la clase con un vídeo: poniendo un vídeo al final de la sesión es una excelente forma de decirles a tus alumnos que han hecho un buen trabajo durante la sesión, y que quieres recompensar este esfuerzo con un tipo de material que permite la distensión y la relajación. Es un momento para disfrutar con ellos, con vídeos que no superen los cinco minutos y que, en la medida de lo posible, guarden relación con el currículo de la Unidad Didáctica que estés impartiendo.
Aprende de tus alumnos: hazles ver a tus alumnos que ese día ellos te han enseñado algo. Hazte el curioso, y deja que ellos te enseñen algo que saben, algo que para ellos tiene cierto valor y escúchales con atención, de forma activa, asintiendo con la cabeza. Hazles sentir importantes, hazles sentir que ellos también tienen algo que decirte.
Convierte a un alumno en protagonista: no existe mejor manera de conectar con las personas que haciéndoles ver lo importantes que son para ti. Tienes que hacerles sentir especiales y potenciar sus cualidades y sus virtudes, logrando establecer un vínculo que te beneficiará enormemente, porque la respuesta que tendrá ese alumno será de gratitud. Y la gratitud es una muy buena compañera para enseñar y para aprender.
Bromea: cuando bromeamos estamos enseñando a nuestros alumnos que nos podemos reír con la gente y no de la gente. Una broma dicha a tiempo es un arma tremendamente poderosa para establecer un vínculo emocional con tus alumnos. Favorece el lenguaje figurado, rebaja la tensión, crea distensión, sirve para establecer transiciones entre las diversas actuaciones en el aula.
Fuente: Justifica tu respuesta
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