Actividades que favorecen el desarrollo de la coordinación fina e intersensorial: darle un juego de figuras geométricas y pedirle que separe y ponga en montones primero los cuadrados y después los círculos.
Hacer nudos con un cordón, cinta o trapo. Los nudos pueden hacerse en la pata de una mesa, silla o cualquier objeto. Pedirle al niño que suelte los nudos. Al principio los nudos deben ser simples y estar flojos.
Darle unas cajas de cerillas (vacías) y un montoncito de tapas (de los bricks de leche, por ejemplo). Pedirle que los separe y deje a un lado las cajitas y en otro lado las tapas.
Actividad que favorece el desarrollo social y del lenguaje: estimularle a que coopere en las tareas domésticas dándole órdenes que pueda cumplir: pon las cucharas en la mesa, barre con las escoba las migas del suelo, tira estos papeles a la basura, etc.
Actividades que favorecen el desarrollo de la motricidad: jugar al pilla pilla.
Al principio el niño baja las escaleras gateando o o sentados, ahora hay que ayudarle a que las baje andando.
Sacarle el fondo a una caja de cartón grande del supermercado para que pase a través de ella.
Actividades que favorecen el desarrollo del lenguaje: continuar enseñándole a contar.
Actividad que favorece el desarrollo social y de la motricidad: llevarle a un parque de juegos infantiles.
Actividades que favorecen el desarrollo de la motricidad y la coordinación fina e intersensorial: poner la radio y hacer ejercicios al ritmo de la música. Si es suave, movimientos suaves, si es rítmica, se le puede hacer marchar.
Actividades que favorecen el desarrollo del lenguaje y la coordinación fina e intersensorial: tratarle de enseñarle al niño lo que significa "arriba" y "abajo". Para conseguirlo hay que coger un objeto que al niño le interese, levantarlo y decir: "arriba", después ponerlo en el suelo y decir "abajo". Ponerlo encima de la mesa y decir "arriba de la mesa". Ponerlo bajo la mesa y decir "abajo de la mesa".
Hay que repetir esto con distintos objetos, y después preguntarle al niño: ¿Dónde está el tenedor? y cuando lo coja o lo mire decirle: "está arriba de la mesa". O se le puede preguntar ¿dónde están los zapatos? y decir: debajo de la cama. Hay que aprovechar todas las oportunidades posibles para usar estas dos palabras mostrándole objetos que estén arriba o abajo. No hay que olvidar premiar al niño cuando entienda lo que se le ha dicho o cuando intente decir "arriba" o "abajo".
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